Construido entre 1907 y 1911 por los arquitectos franceses Jules y Raymond Février, el edificio combina estilos eclécticos con influencias del neorrenacimiento francés y el modernismo. Su fachada, meticulosamente decorada, cuenta con esculturas de atlantes, cariátides y columnas corintias, destacando la cúpula recubierta con 30.000 panes de oro de 24 quilates. Originalmente coronada por un ave fénix, la cúpula fue modificada en 1972, cuando se instaló la escultura actual de la Victoria Alada de Federico Coullaut-Valera.

El edificio fue concebido inicialmente como sede de la aseguradora La Unión y el Fénix Español, pero su función ha evolucionado para adaptarse a los cambios urbanos de Madrid. Reconocido como Bien de Interés Cultural, ha sido objeto de varias reformas cuidadosamente supervisadas para preservar su valor histórico.
La más reciente rehabilitación, a cargo del estudio Rubio Arquitectura, marca un hito en su historia. La transformación abarcará más de 6.120 m², incluyendo un hotel boutique de lujo, gestionado por el Grupo Paraguas, con 20 habitaciones distribuidas en la tercera y cuarta planta, así como espacios gastronómicos y culturales.

Este ambicioso proyecto arquitectónico moderniza el edificio sin alterar su esencia, revitalizándolo como símbolo del dinamismo de la Gran Vía. Más de un siglo después de su construcción, el Edificio Metrópolis sigue siendo un testimonio del esplendor arquitectónico de principios del siglo XX, fusionando historia y modernidad en el corazón de Madrid.

La fachada de este edificio, rehabilitada hace apenas una década con productos KEIM, ha sido nuevamente objeto de una intervención dentro del ambicioso proyecto de reforma integral promovido por sus nuevos propietarios y ejecutada por la prestigiosa empresa KALAM, referente en la restauración y conservación del patrimonio arquitectónico. En esta nueva fase, la elección de KEIM Soldalit responde a la necesidad de aportar a los paramentos una solución de máxima durabilidad y resistencia, capaz de soportar las exigencias de un entorno urbano con alta contaminación por tráfico. Su acabado mate mineral, característico de las pinturas de silicato KEIM de alta calidad, no solo refuerza la protección de los paramentos, sino que otorga a la fachada una estética sobria y elegante, manteniendo la esencia del material original.