El uso principal de estos elementos es guiar y advertir de posibles riesgos a las personas ciegas y con baja visión para facilitar el uso de los edificios y que puedan desarrollar una mayor autonomía personal.
Encaminamientos
Consiste en un patrón de varias tiras longitudinales al sentido de la marcha conformando un ancho de 40cm y la longitud necesaria hasta llegar al punto de interés o a un cruce en el que hay un cambio de dirección.
Como mínimo se debería señalizar desde la puerta de acceso al mostrador de información accesible, y a aquellos elementos de información que le resulten de utilidad, como directorios con braille y planos hápticos de la planta, por ejemplo. Sin olvidar el guiado hasta los ascensores.
Cruces
Consisten en un patrón cuadrado formado por botonaduras de 4cm de diámetro y con unas dimensiones que en interiores habitualmente son de 80x80cm, pero que según las características del entorno pueden ser de 60x60cm o excepcionalmente de menor tamaño.
Estos “paños” de botonadura significan que hay un cambio de dirección, ya sea porque el recorrido deja de ser recto o bien porque sea un cruce en el que hay que tomar una decisión para seguir un itinerario u otro.
Por tanto, esos elementos se ponen cuando hay una intersección en el recorrido o cuando el recorrido tiene un trazado en el que el encaminamiento tendría que tener un ángulo superior a 45º. Cuando el recorrido de un encaminamiento necesite ángulos inferiores no es necesario una botonera, simplemente se continua el encaminamiento haciendo el ángulo necesario.
Zona de alerta
Consiste en un patrón de líneas transversales a la marcha y que advierten de la presencia próxima de una escalera, cambio de rasante o la entrada de los ascensores.
El uso más habitual es en los inicios y finales de escaleras y en la entrada de los ascensores. Deben ocupar el ancho de la alerta, es decir, deben ser del mismo ancho que la escalera y en el caso de los ascensores del ancho del hueco de acceso al mismo. Y deben cubrir una superficie por defecto de 120cm delante del elemento del que alertan. Pudiendo llegar a ser de 80cm.
En los rellanos intermedios no es necesario incluir las alertas podotáctiles siempre que la única opción sea seguir por la escalera; es decir, que no tengan acceso a otros estancias o pasillos desde dicho rellano.
En Databraille trabajan con dos materiales principales para la elaboración de encaminamientos podotáctiles: aluminio y polipropileno. Permitiendo la personalización del color en ambos casos. Siendo los más habituales el aluminio natural, el negro y el gris. Puede ver las diferentes opciones disponibles de los encaminamientos podotáctiles que utilizamos en la sección de “Nuestros productos”
Sobre Databraille
Una empresa pionera en el desarrollo de proyectos de comunicación universal y accesibilidad, ubicada en Madrid. Destacan particularmente en la creación de etiquetas y señalización de alta calidad, con altorrelieve y código braille en diferentes soportes, tanto transparentes como flexibles o rígidos.
La sociedad debe avanzar hacia la integración total de todos sus grupos sociales, indistintamente de su capacidad intelectual, económica o física.
En España cada vez es más alto el número de personas que sufren algún tipo de diversidad funcional. Por ejemplo, se encuentran afiliados a la ONCE más de 71.000 (*) personas con discapacidad visual, que diariamente tienen que enfrentarse a la compra de productos e identificación de sus características o su peligrosidad, y a las posibles dificultades de movilidad y de relacionarse con el mobiliario urbano, tanto en la ciudad como en interiores. En total, se estima que hay 3,84 millones (**) de personas con diversidad funcional, de las que más de 200.000 serían personas sordo-ciegas.
Por esta razón Databraille® ofrece la implantación de sistemas informativos en braille y altorrelieve, como medio para facilitar el día a día de este grupo social.
Para más información:
http://matcoam.coam.org/formulario-consultas-tecnicas/