Pasamos cada vez más tiempo en espacios cerrados, hasta el 90% de nuestro tiempo, por lo cual el impacto sobre cada uno, de una mala Calidad del Aire Interior (CAI), puede ser muy preocupante. Al contrario de lo que piensan la mayoría de las personas, el aire en el interior de su casa o de su oficina suele ser peor que el aire que respiramos en el exterior(1). De hecho, además de los contaminantes exteriores (como partículas finas – dichos PM 2.5) que suelen entrar, por ejemplo, al abrir las ventanas, se añaden varios contaminantes generados dentro de la vivienda, desde la humedad (baño, cocina…), el CO2 que generamos al respirar, hasta los COV que proceden de varias fuentes como pinturas, muebles o productos de limpieza.
Las consecuencias para la salud, con numerosos estudios a nivel internacional sobre el tema son: dolor de cabeza, malestar, falta de concentración, cansancio, pero también alergias, asma, tos, irritación de garganta o de ojos, hasta problemas más graves a nivel respiratorio y vascular.(2)
Lo más importante es asegurarse de ventilar, de manera permanente y controlada. Es decir, lo suficiente para evitar la concentración de contaminantes en el interior aportando aire exterior y sacando hacia fuera el aire viciado. Solo un sistema de ventilación mecánica controlada (VMC) lo puede garantizar y entre distintas opciones Aldes lo consigue, gracias a sus soluciones eficientes y respetuosas con el medio ambiente para renovar y purificar nuestro aire interior, calentarlo, y protegernos a diario en casa y en todos los espacios de vida.
En viviendas, por ejemplo, la reglamentación sobre la VMC solo existe desde 2006 en España(4), lo que significa que no hay casi ningún edificio equipado con sistemas de ventilación antes de esta fecha, por lo cual apenas un 5% del parque de viviendas del país se beneficia de un sistema adecuado. En edificios terciarios se publicó en 1998 la reglamentación llamada RITE (5), integrando además desde el principio exigencias de nivel de calidad de aire.
Otra cosa importante es filtrar el aire exterior que se introduce, sobre todo para reducir la contaminación por partículas: polvo, polen, partículas finas, pudiendo igualmente filtrar las bacterias. Los mejores sistemas permiten filtrar casi el 100% de algunos contaminantes. Los filtros del mercado deben respetar las nuevas normativas europeas que determinan la eficacia de los filtros dando su % de filtración frente a cada tipo de partículas. La filtración del aire exterior suele integrarse directamente en los mejores sistemas de VMC, lo que es mucho mejor y más eficaz que un aparato de filtración suelto (dichos “purificadores”) que solo filtran y recirculan, pero no ventilan, no aportan aire nuevo.
En cuanto a sistemas de VMC, existen 2 grandes categorías de sistemas.
• Sistema de extracción (simple flujo): son sistemas que consisten en un motor de extracción que funciona de manera permanente y extrae el aire con bocas colocadas en cada cuarto húmedo de la casa. Esto hace que entre dentro el aire exterior nuevo a través de entradas de aire colocadas en los cuartos secos.
• Sistema de extracción/impulsión (doble flujo): son sistemas que además de ventilar, permiten filtrar el aire que entra y recuperar energía a través de un intercambiador de calor que incorpora la máquina. Además, suelen ser más silenciosos y garantizan un mejor confort global dentro de la casa.
Estos sistemas existen en diferentes versiones, que se diferencian sobre todo en su modo de control del sistema: un sistema autorregulable solo lleva un caudal de aire constante, cuando un sistema higrorregulable adapta su caudal según la humedad de la casa en el momento. Existen sistemas que se adaptan también al nivel preciso de cada contaminante, ya sean para viviendas, oficinas u otros edificios. La precisión del control mejora por supuesto la CAI en cada momento y la eficiencia energética.
Muchas personas piensan que abrir la ventana lo soluciona todo. Es evidente que es mejor que nada cuando no hay otro remedio, pero no es la solución más idónea por diferentes razones:
• No es una solución eficaz ni permanente: no se ventilan de igual manera todas las estancias, y el efecto se siente sólo en el momento,en el que se encuentra abierta la ventana. Cuando se cierra, los contaminantes aumentan de nuevo rápidamente a niveles altos.
• Crea un disconfort evidente: ruido, corriente de aire, frío o calor
• Consume mucho: todos los avances a nivel ahorro energético van más en la línea de la estanqueidad, para evitar pérdidas térmicas. Abrir la ventana es totalmente contraproducente con respecto a este tema.
• Deja entrar sin control todos los contaminantes del exterior.
Por otra parte, los sistemas de filtración independientes (llamados “purificadores”) recirculan y filtran tu aire interior, pero no te aportan aire nuevo desde el exterior. Por fin, sistemas de “microventilación” integrados en algunas ventanas que suelen sustituirse a entradas de aire en sistemas simple flujo no permiten garantizar el mismo control de caudal y no cumplen la normativa nacional en algunos casos.
Puedes consultar las distintas soluciones de ventilación residencial de Aldes en su web, haciendo clic aquí.
(1) Estudios de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos sugieren, por ejemplo, que ciertos contaminantes orgánicos comunes pueden ser de dos a cinco veces más altos dentro de las viviendas y oficinas que fuera de ellas.
(2) Para José María Ignacio García (Cádiz, 1955), jefe del Servicio de Neumología del Hospital Quirón Salud de Marbella (Málaga), el problema está en la correcta ventilación de los domicilios: “Nueve de cada diez personas respiran aire con altos niveles de contaminantes; la contaminación del aire del domicilio, producido por la polución, humos de los cigarrillos, combustibles de biomasa o carbón, se correlaciona con el aumento en la morbilidad [cantidad de personas que enferman en un lugar] y en la mortalidad de pacientes con patología respiratoria crónica, aumentan las incidencias de neumonías, otras infecciones pulmonares y el cáncer de pulmón se agrava con la concentración de partículas nocivas detectadas en el interior de los domicilios”.
(3) https://www.who.int/news-room/air-pollution
(4) https://www.codigotecnico.org/images/stories/pdf/salubridad/DBHS.pdf
(5) https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2007-15820